Paseante en el viaje, viajero en el paseo.
Con ojos abiertos se emprende el camino y los pasos se calzan con el fino velo de la ensoñación.
Tu mirada particular como compañia: amplía esta senda con tus comentarios.
¡No andéis cabizbajos, corred...! Como chiquillos sobre la mullida alfombra: con brazos
abiertos, con risa nerviosa, alzando miradas y rostros hacia las
ramas doradas de otoño.
Che bello!!
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